viernes, 25 de febrero de 2011

Semillas de regalo

Un día, hace muchos mucho años, vi en la televisión una publicidad que vendía una revista sobre árboles con semillas de regalo. Inmediatamente esas semillas crecieron en mi imaginación formando así un gran árbol en donde yo trepaba, jugaba y armaba una casita como la que tenían todos los niños de la televisión. 
Fui corriendo a buscar a mi mamá para pedirle que me compre la revista, y ella, consintiendo a su hijo único cumpliéndole cualquier capricho idiota que tenía, me compró dicha revista. Ese árbol que había en mi imaginación estaba por ser plantado en el patio, convirtiéndonos a mi papá y a mi en dos clichés que arman felices la casita del árbol. Pero cuando estaba por sembrar mis sueños mi mamá me dijo:
- Jor, los árboles tardan muchos años en crecer. 
No lo creí. Me rehusé a creer semejante mentira. Mi mamá no podía controlar la naturaleza, y la naturaleza no me podía hacer esperar tanto. Yo quería el árbol en ese momento, era imposible que tardara tantos años en crecer. Pensé que era un boicot de mamá para que no tuviera mi casita. Tiré todo a la basura y me enojé con mamá.
 
Si hubiese plantado ese día las semillas hoy ese árbol apenas sería una rama saliendo del piso incapaz de sostener a una persona y mucho menos una casa. 
Mamá tenía razón... mamá siempre tiene razón.    

1 comentario:

Gallo Negro dijo...

Mamá siempre tiene razón. Abrazo Don Jorge